jueves, 12 de junio de 2008

Economía venezolana: ¿sólo preocupa la inflación?


Los resultados emanados por el boletín mensual del Banco Central de Venezuela dan fe de la existencia de dos patrones representativos de la actualidad económica venezolana, uno vinculado con el quebranto y fraccionamiento paulatino de las instituciones económicas en el país y el otro con las marcadas expectativas de bonanza que existe en la población que conllevan a un aumento proporcional mes a mes de los niveles de consumo.

Es típico de estructuras institucionales resquebrajadas la protección exacerbada de información vinculada con premisas económicas fundamentales (índice de precios, balanza de pagos, agregados macroeconómicos, etc.), la publicación extemporánea de éstas, hermetismo y rigidez para informar sobre la metodología utilizada en su cálculo, y bajo perfil a la hora de opinar en términos personales e institucionales acerca de la situación actual de la economía venezolana. Lo así planteado da la impresión de la existencia de obligaciones con superiores que tienen la potestad de aprobar o no los pasos a seguir. Una institucionalidad con estos rasgos conlleva a un escenario de poca credibilidad y de altas expectativas de incapacidad para con sus actividades, de allí que, dentro de la concepción subjetiva de responsabilidad y capacidad, los entes encargados de valuar la economía en el país se encuentran mal posicionados.

Si sumado a lo antes planteado, se esboza el comportamiento actual del consumidor venezolano que muestra un patrón de consumo in crecento, que se ve reflejado en los altos niveles de demanda en bienes que van desde primera necesidad hasta de lujo, da espacio a una presión sobre la oferta nacional insuficiente que pretende ser cubierta con importaciones baratas dada la distorsión cambiaria, que se convierte en una espada de doble filo para los objetivos de solventar los efectos que esto trae sobre la economía. De allí que se obtenga una variación de 3,2% en el índice general de precios para el mes de Mayo que da fe a lo que aquí se plantea, una distorsión enfundada en unas expectativas favorables para el consumo que son atendidas con medidas que representan sólo un paño de agua tibia, dado que se les ve resultado en espacio temporales muy cortos y no representan la verdadera solución a la desviación que actualmente presenta la economía venezolana.

Observando desde estos dos puntos de vista, queda sólo esperar que, dado ambos patrones, la capacidad de generar confianza y sobriedad en el trabajo que realizan las instituciones económicas gira por la posibilidad de hablar claro y responsablemente sobre el comportamiento que los ciudadanos de este país tiene, dado que si se intenta desdibujar éste a través de estrategias metodologicas y hermetismo comunicacional se creará un panorama más oscuro que el actual, que conllevará a una desconfianza en el trabajo de nuestras instituciones y generará un panorama de felicidad que impulsará el comportamiento actual de los venezolanos que no ayuda en nada a las medidas de políticas económicas que se puedan tomar.

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Datos

9%

Es la proyección para la Organización Mundial del Comercio de la caida del comercio mundial en 2009.


US$ 950 millones

Es la inversión anunciada por el Gobierno de Venezuela para desarrollar la industria petroquímica en el país.


US$ 80

Es "el precio justo del crudo" para el presidente de la república.